“Un espacio auténticamente colectivo abierto al uso, al disfrute, al estímulo, a la sorpresa: a la actividad. A la indeterminación de lo dinámico, del intercambio entre escenarios activos y paseantes – usuarios – actores activadores. […] Un espacio de nuevos paisajes - o paisaje de paisajes – para la interacción y la apropiación”.
Citando al diccionario Metapolis, se declara este concurso con una premisa que enaltece las posibilidades infinitas del espacio público. Libertad que añoramos. Así, el reto a resolver establece claramente la necesidad e importancia de la creación de espacios públicos de calidad. Considerando que muchas ciudades peruanas están sujetas al desarrollo informal y al desorden urbano, bajo el prejuicio de la ciudad únicamente como un objeto de valor comercial; la alameda que propone la ciudad de Jauja es una oportunidad para demostrar el bienestar que producen los espacios para la vida cotidiana, adecuados, sobrios y bien diseñados.
La Alameda Clodoaldo Espinoza Bravo es uno de los principales referentes de espacio público en la ciudad de Jauja (Junín), tanto por su emplazamiento -contigua a la Zona Monumental-, así como por su escala urbana. El deterioro generalizado, social y físico de este espacio crea una imagen de exclusión, incidiendo desfavorablemente en la percepción del centro histórico y las zonas centrales. Por tanto, la regeneración de esta alameda es determinante como elemento dinamizador en el propósito de la recuperación urbana. Ante este escenario responde el Concurso Nacional de Ideas para el Proyecto Alameda Clodoaldo Espinoza Bravo, de carácter público, organizado por La Municipalidad Provincial de Jauja en colaboración con el Colegio de Arquitectos del Perú Regional Junín, con el objetivo de incrementar la conectividad de los principales espacios públicos para consolidar un Eje Cultural–Ambiental; así como proponer ideas de uso múltiple, fácil mantenimiento y valorización de elementos patrimoniales y paisajísticos.
A continuación, les presentamos el proyecto ganador del segundo lugar: “La Alameda Parque”. El jurado, conformado por los arquitectos Manuel Zubiate, Rafael Zamora y Luis Hinostroza, declara sobre la intervención: “Tiene semejantes ventajas al primer puesto. Los espacios de estar son fluidos sumándose al flujo longitudinal. Se establece una longitudinal absoluta y de gran extensión. Se reconoce el gran valor del análisis que involucra escalas territoriales y hasta llegar al proyecto particular. Establece un sistema de tránsito de la zona. Se plantea la necesidad de módulos que incentiven la actividad, pero se proponen con mucha ligereza como construcciones”. Cabe destacar el discurso crítico detrás de esta postura, que de principio a fin busca/encuentra armonía entre la ciudad y el campo.
Descripción del equipo:
LA CIUDAD Y EL CAMPO / EL CAMPO Y LA CIUDAD
Jauja está ubicada en el valle más amplio de los Andes, el del río Mantaro, en donde ocupa un papel importante en el intercambio comercial y vial, así como un importante centro turístico. Idealizada por escritores en el siglo XX y tenida en el imaginario popular como un lugar de sanación. Fue la primera capital del Perú, temporalmente, durante la Conquista. Pardo, el primer presidente civil del Perú, la tomó como modelo para entender el funcionamiento del país de manera transversal, y proponer un modelo visionario, para su época, de producción agrícola. La ciudad ha estado cerca de protagonizar algunos episodios cruciales de nuestra historia.
Momento crucial también es el actual, en el que, la migración del campo a la ciudad ha tenido un impacto profundo en la manera en la que se vive en las ciudades de toda escala. Se ha trastocado el estilo de vida tradicional, hecho notorio, sobre todo, en ciudades pequeñas.
Es determinante que para poder afrontar estas nuevas condiciones, y sus implicancias tanto sociales como demográficas; el urbanismo -disciplina dedicada a la urbe- dé una mirada a su contraparte que ni siquiera tiene un nombre oficial: Ruralismo. La ciudad y el campo no son entidades opuestas ni paralelas: son complementarias.
Un espacio público para una ciudad que tiene el campo a tiro de piedra, tiene que tener un carácter peculiar. El carácter de este espacio público debería mejorar la traslación de la ciudad al campo.
Esta traslación se da entre una ciudad que decrece en población y un campo que incrementa sus turistas. Es por eso que la bisagra entre ambos, el espacio que articula el duro casco urbano y el verde entorno rural debe adaptarse a ambos. Básico seria pensar en un balance, mitad de carácter urbano y la otra mitad de carácter rural. Sin embargo, resulta que lo que es marcadamente urbano (en cuanto a tratamiento, escala, interfaz) es bastante predecible. Lo marcadamente rural presenta muchas más posibilidades paisajísticas y programáticas. El área verde no solamente puede ser recreativa o decorativa, sino que también puede conformar la arquitectura.
La Alameda tiene un área dos veces mayor a la Plaza Mayor y la Plazuela de la Libertad juntas, es decir duplica los dos espacios principales con los que cuenta la escasa población de Jauja. Conforma también un eje que incluye y conecta estos dos espacios públicos principales, y se extiende hasta el cementerio de la ciudad, ubicado prácticamente en su entorno rural. A lo largo de este eje también se están ubicando los usos y programas que, por sus dimensiones, no caben en el casco monumental, situación típica en todo centro declarado Monumental.
El proyecto se desarrolla en tres sectores unidos todos por una senda, que está conformada por una sucesión ininterrumpida de un módulo, cuyas dimensiones se originan en el centro de la ciudad. Esta senda es el Leit Motivde a lo largo de todo el recorrido, es el único elemento constante que articula en su totalidad el proyecto.
En el primer tramo, sirve como una Calle Peatonal, adecuada para el tejido urbano tradicional compacto, y en el que la ciudad ya está completa. La senda en este sector utiliza una trama que otorga dirección y escala al peatón, así como también una trama de circulación lenta y guía para invidentes.
En el Segundo Tramo, la Plaza de la Libertad se ha expandido para conformar un zócalo, confinado en tres de sus cuatro frentes por comercio, y en el frente restante por un portal que es un hito urbano que ha sido replicado a un lado de la plazuela. Esta plaza es el espacio de cambio entre el tejido de la ciudad tradicional y su expansión de manzanas y vías más amplias. Se optó por conservar la columna conmemorativa al centenario de la independencia.
En el tercer tramo, es decir la Alameda propiamente dicha, la senda atraviesa distintas franjas de carácter variado: por el tratamiento de piso, tipo de vegetación, densidad de sombra, y variedad de mobiliario. Este sector, empieza con el Portal, al cual no sólo decidimos conservar, sino que además se repite más adelante, en otro tramo de la alameda. En este sector, de sección siempre variante, cada franja ofrece, con variedad de tratamiento, enormes posibilidades programáticas y de uso.
Cada franja, perpendicular a la senda longitudinal tiene diferente tratamiento de piso y las cantidades de verde y pavimento duro no siempre son iguales. Al finalizar, la senda se multiplica a lo ancho, hasta conformar una explanada que puede ser usada en diferentes tamaños y formatos. Esta misma explanada puede albergar diferentes eventos, como las ferias semanales, que constituyen un evento frecuente y muy arraigado en el valle del Mantaro. El tramo final del proyecto constituye una tercera y última gran plaza, que articula el fin de la ciudad, que acaba en el cementerio, con el inicio de su entorno rural.
Ficha Técnica
Proyecto: La Alameda Parque
Arquitectura: Pablo Pajares, Andrés Romero, Juliana Fernandes, Percy Juarez
Ubicación: Alameda Clodoaldo Espinoza Bravo, Jauja, Junín
Concurso: Concurso Nacional de Ideas – Alameda Clodoaldo Espinoza Bravo
Promotor: Municipalidad Provincial de Jauja / Colegio de Arquitectos del Perú Regional Junín
Año: 2017